Este viaje ha sido la demostración de lo que 7 tíos muy cabezones y con una capacidad de improvisación brutal son capaces de hacer si se lo proponen firmemente sin desanimarse nunca.
Fuimos capaces de volver
rodando los siete después de llegar al barco en grúa, ser la sensación de la Guardia Civil, desembarcar
corriendo al lado de la moto y arreglar todo el problema con un rollo de
alambre. Conseguimos documentos del seguro en una tienda de fotografía, transportamos
gasolina en una garrafa de agua, hicimos que un Orejas cenase una triste
hamburguesa debajo de un tejadillo apretujado con sus compañeros mientras caía el
diluvio, e incluso le obligamos a dormir con un hombre. Nos bañamos en el
atlántico en los únicos 5 minutos de frío que hubo en el último mes.
Hicimos
rodar más de 900 km a una moto con dos agarrones, a base de infiltraciones de aceite;
encontramos en un suburbio de Bayona a un puto loco de las Vespas capaz de
cambiar un tambor en 20 minutos un sábado por la mañana sin dejar de sonreir;
movilizamos a toda una compañía de seguros hasta que conseguimos que trasladaran
una PX a donde fue necesario, para acabar
guiando la grúa hasta su destino nosotros mismos. Conseguimos
herramientas de un veraneante en un Mc Donalds, conocimos “El Kârmélè” y
pudimos finalmente tomar un coñac y un vino en una buena cena.
Es un orgullo ser uno de
estos siete. Después de esto, ¿Qué se nos puede resistir? ¿Seríamos capaces de
repetirlo? Esto es el clandestino!!!! todo es posible!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario