Así es amigos, desde hace unos días el taller Clandestino dispone de un elevador para reparar y urgar en nuestras máquinas. Cómo no, el primero en estrenarlo fue la lambretta de nuestro miembro adoptado.
Poco a poco el taller va cogiendo forma, llenándose de herramientas y utensilios, incluso es posible que esta misma semana se adquiera nuevo material.